Cómo funciona el Gran Hermano de la DGT: salvar vidas en lugar de poner multas

Coche conectado DGT

El trivial gesto de activar el limpiaparabrisas, esa inercia del dedo al apreciar el primer chispeo, se transforma en un dato que llega a la Dirección General de Tráfico (DGT). Centenares de dedos repiten casi a la vez el movimiento: en algún lugar ha empezado a llover y la circulación resulta más peligrosa.

Así, golpe a golpe, la plataforma DGT 3.0 se nutre de lo que sucede en las carreteras y lo transmite de un punto a otro: a los paneles de información de las vías principales, a los móviles de los conductores, a los navegadores.

También cuando se activa una luz V-16 Tráfico recibe una alerta, y lo mismo con un cono conectado en una obra o en una prueba deportiva. También lo narra en directo por los mismos canales.

Información anónima para la DGT

Todo va llegando a la DGT 3.0 y de ahí se reparte, pero de incógnito: no hay nombres ni apellidos tras los datos, insiste Tráfico. Lo ha repetido el Subdirector General de Gestión de la Movilidad y Tecnología de la DGT, Jorge Ordás, en una jornada técnica sobre una plataforma cada vez más vigorosa y a la que dan soporte, entre otras empresas, Vodafone y Pons Mobility.

“La información que nos llega está absolutamente anonimizada. Con esos datos operamos, pero no sabemos ni quién los ofrece ni quién los consume. Sin embargo, nos aseguramos de que es de calidad”, resume Ordás.